Extrañamente, en esta época cada sentimiento, cada pensamiento, cada jornada se tiñen de un manto blanco suave y aterciopelado que recuerda a cada una de las mañanas festivas de estas fiestas tan especiales y familiares.
En mi casa no se hace gran cosa en estas fiestas, eso sí... comida que no falte! no es que me atiborre a comer ni nos juntemos con familia que hace muchos tiempo que no vemos, no... estamos los de siempre, en la casa de siempre pero esta vez, con mantelería y vajilla de ocasión... mantelería y vajilla de una Navidad feliz detrás de cada sonrisa.
Me encanta la navidad, me encantan las reuniones familiares aunque luego, al fin y al cabo, no sea más que una cena en la que por una cosa o por otra, se acaba discutiendo por alguna estupidez... pero qué seria de esta familia sin esos encontronazos? :D
Encuentros en los que todos nos vestimos con las mejores galas a pesar de que no nos movemos de casa y de que nos van a ver las mismas personas que nos ven el resto del año, vestidos de cualquier manera... pero sí, es Navidad, y ahora todo es diferente...
Las ciudades se iluminan con las tan esperadas luces de Navidad que aceleran con cada bombillita nuestros corazones e indican la cuenta atrás de la tan esperada época.
Los escaparates se adornan como si cobraran vida, los villancicos que alegran nuestras almas parecen sonar por cada calle acompasando nuestros pasos, todos parecen más felices...
Sé que este estado no será eterno... lo sé y que el tiempo y las ausencias que tarde o temprano llegarán, darán paso a la horrible nostalgia y a la tristeza pero que, mientras eso ocurre, debemos disfrutar de lo que tenemos... no tiene ningún sentido preocuparse por lo que está por llegar, pues ni eso ni nada va a poder evitar su llegada...
En estas fechas me pregunto por qué cada año me pasa lo mismo... por qué cada año se despiertan en mí estas ilusiones navideñas que me persiguen desde que era niña y cada año se hacen más evidentes...
Me sigo emocionando con los villancicos, con las luces de la ciudad, con la decoración de los tan recurridos centros comerciales, con la llegada de las fiestas, de las cenas en familia, con las Uvas, con los regalos del 6 de Enero y su previa noche, con el cielo que advierte una cercana nevada para cubrir todo de un lindo manto blanco ocultando todas las tristezas para dejar solo lugar a la felicidad, felicidad pura, felicidad blanca, felicidad navideña...
Me da igual no encontrar respuesta a mis preguntas, lo único que deseo es seguir sintiéndome así... como una niña, eternamente...
:D Muy bonito, lo malo es que cuando regresas a la realidad, de que no eres más una niña. Llega de un golpe fuerte.
ResponderEliminarBesos.
Y tienes que seguir sintiendote asi, como una niña, porque eso es lo perfecto de la navidad, la ilusión, la sonrisa infantil y sincera, el poder abrir los ojos y saber que por un momento las luces, el blanco, los colores y la felicidad son reales, el frio, si ese que se te mete bajo la piel también es real, es el que te hace sentir viva :)
ResponderEliminarpd. me encanta que reencuentres tu inspiración conmigo, no sabes lo increible es oir eso de alguien :)
un beso!
La navidad es una de las fechas mas importantes del año.. tambien me gusta mucho... estoy con mi familia y doy gracias de estar juntos nuevamente..Bonito relato. me identifico demaciado.
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